lunes, 29 de agosto de 2016

El capitán del barco Morgan dejó Galápagos por paseos en río Guayas

La alarma anuncia el zarpe del barco a las 18:00. Los visitantes se ubican a los costados, mientras la música comienza a sonar por el parlante y el capitán Miguel Bohórquez Ortega da la bienvenida a bordo del buque Morgan.

Hace tres años, él retornó a Guayaquil, su ciudad natal, desde las islas Galápagos con la propuesta de ser el capitán de un barco. "Estaba allá y recibí la oferta de venir a dirigir un barco, pero nunca me dijeron que era el Morgan", dice Bohórquez, de 49 años.

En las Islas Encantadas hizo su carrera. A los 17 años, su hermano le enseñó a maniobrar las naves y poco a poco, con los trabajos en los que fue interviniendo, adquirió experiencia.

Tiene el título de Patrón de altura, que lo faculta a dirigir embarcaciones, acreditación que obtuvo de la Armada del Ecuador, en la que recibió cursos de capacitación.

Antes de regresar a Guayaquil, la isla Santa Cruz fue su hogar. La tranquilidad de las calles, la seguridad y los hermosos parajes con los que se encontraba son escenarios que gustaría trasladar a la Perla del Pacífico.

Fuente

El capitán del barco Morgan dejó Galápagos por paseos en río Guayas

La alarma anuncia el zarpe del barco a las 18:00. Los visitantes se ubican a los costados, mientras la música comienza a sonar por el parlante y el capitán Miguel Bohórquez Ortega da la bienvenida a bordo del buque Morgan.

Hace tres años, él retornó a Guayaquil, su ciudad natal, desde las islas Galápagos con la propuesta de ser el capitán de un barco. "Estaba allá y recibí la oferta de venir a dirigir un barco, pero nunca me dijeron que era el Morgan", dice Bohórquez, de 49 años.

En las Islas Encantadas hizo su carrera. A los 17 años, su hermano le enseñó a maniobrar las naves y poco a poco, con los trabajos en los que fue interviniendo, adquirió experiencia.

Tiene el título de Patrón de altura, que lo faculta a dirigir embarcaciones, acreditación que obtuvo de la Armada del Ecuador, en la que recibió cursos de capacitación.

Antes de regresar a Guayaquil, la isla Santa Cruz fue su hogar. La tranquilidad de las calles, la seguridad y los hermosos parajes con los que se encontraba son escenarios que gustaría trasladar a la Perla del Pacífico.

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