viernes, 19 de septiembre de 2014

Científicos de México y Ecuador descubren tres nuevas especies de peces en el Parque Nacional Galápagos

Los ejemplares pertenecen a los géneros marinos Scorpaenodes y Malacoctenus y estuarino Gobiomorus que significaría la existencia de tres posibles especies nuevas de peces

A partir de secuencias de ADN y análisis morfológicos que contrasta poblaciones de todo el litoral americano del Océano Pacífico, investigadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo de México y de Ecuador descubrieron tres nuevas especies de peces en las islas Galápagos, lo que representa un gran suceso en el mundo biológico no sólo porque una de ellas podría ser endémica de este complejo insular ecuatoriano, sino porque permite entender los complejos procesos evolutivos de los organismos a escala mundial para determinar así medidas de conservación y protección de la biodiversidad.

Los ejemplares pertenecen a los géneros marinos Scorpaenodes y Malacoctenus y estuarino Gobiomorus que significaría la existencia de tres posibles especies nuevas de peces descubiertas en dos expediciones realizadas en el litoral de las Islas del Archipiélago Ecuatoriano de las Galápagos y frente a las costas del Ecuador continental, donde los investigadores realizaron incursiones de buceo para la colecta de ejemplares en arrecifes.

El estudio duró tres años y apenas en julio pasado el Ministerio de Ambiente de Ecuador y la Dirección del Parque Nacional Galápagos confirmaron el hallazgo tras señalar que “… los estudios a nivel molecular les dan diferencias genéticas y morfológicas de otros similares de la región del Océano Pacífico”.

El equipo es liderado por los doctores Omar Domínguez Domínguez, de la Facultad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo de México y el Dr. Eduardo Espinoza Herrera, del Parque Nacional Galápagos de Ecuador y participan los estudiante Sesangari Galván Quesada del Posgrado Institucional de Doctorado en Ciencias Biológica, Carmen del Rocío Pedraza Marrón del Programa Institucional de Maestría en Ciencias Biológicas y Moisés Emanuel Bernal Hernández de la Licenciatura en Biología, todos de la UMSNH.

Las dos expediciones fueron realizadas bajo un proyecto de colaboración académica entre diversas universidades y centros de investigación de México, Centro y Sudamérica bajo el liderazgo de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, donde se trabaja para entender la evolución de los peces marinos y estuarinos en el Pacífico Tropical de América y en particular en las Islas Galápagos que es considerado por científicos de todo el mundo como un enclave fundamental en la evolución de estos organismos marinos. Y es que aquí emergieron las controversiales teorías evolutivas del naturalista inglés Charles Darwin, quien llegó a Galápagos el 15 de septiembre de 1835 y publicó su libro El Origen de las Especies en 1859.

Ahora, 179 años después de las incursiones de Darwin a estas enigmáticas islas de Ecuador, los científicos nicolaitas y ecuatorianos colectaron ejemplares de peces que fueron sometidos a rigurosos análisis de secuencias de ADN y comparaciones morfológicas. Además, contrastaron los resultados con datos obtenidos de análisis similares en poblaciones de estas especies a todo lo largo del litoral del Pacífico americano desde el Golfo de California hasta Ecuador.

Las tres nuevas especies pertenecen a los géneros Scorpaenodes y Malacoctenus que se desarrollan en ambientes marinos y Gobiomorus cuyo hábitat son estuarios, donde se presenta una interacción de agua marina y agua dulce que generan características fisicoquímicas y ecológicas muy particulares.

De acuerdo al Dr. Omar Domínguez, este descubrimiento es sumamente importancia porque revela algunos detalles de los intrincados procesos ecológicos y biológicos que han determinado la evolución de estas especies en un mundo que aparentemente no tiene barreras para el movimiento de los peces.

Además, evidencia que estamos muy lejos de conocer la diversidad real de este grupo de vertebrados, incluso en regiones ampliamente estudiadas que son un icono en el estudio de la evolución, el conocimiento, conservación y uso sustentable de la biodiversidad mundial, como es el caso de las Galápagos.

Para el científico nicolaita el descubrimiento reafirma la necesidad irrenunciable a trabajar en la conservación del archipiélago, pues dos de estas tres posibles nuevas especies serían organismos endémicas de las islas y una de ellas sólo reportada en cuerpos de agua costeros alimentados por la escasa agua dulce en la Isla San Cristóbal.

 

 

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